
Éste totem no pega mucho en este recinto, se encuentra justo antes de entrar por la puerta custodiada por el retrato de Mao.
Nada más entrar a mano derecha se pueden apreciar estos cañones, alrededor de ésta primera zona de la entrada se pueden apreciar algunos chiringuitos para turistas.
Cuando entras a la Ciudad Prohibida hay que ir mentalizado a pegarte una buena caminata, porque el tamaño de ésta construcción lo requiere, lo ideal es ir con unas cuantas horas y perderse por los pequeños jardines/callejones que recorren los extremos de la via principal.
Aquí también se aprecia en el suelo las lineas de mármol que permiten escuchar un sonido de una punta a la otra, con mucha distancia de por medio. Además, a través de los pequeños arcos es dificil hacerse una idea de lo grande que es.
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